Como sabéis en España se ha empezado a vacunar por grupos
de riesgo a finales de diciembre de 2020, ya que se ha visto que es la estrategia más efectiva para proteger contra la
enfermedad y disminuir la transmisión así como para intentar frenar el avance del SARS-COV-2. Si
disminuimos el número de casos, conseguimos bloquear el avance de la epidemia.
Además es clave para controlar esta pandemia tener vacunado a un 60 o 70% de la población y
conseguir de esta manera la inmunidad de grupo.
Tipos de vacunas
Para entender un poco las diferentes vacunas os voy a indicar de una forma sencilla
cómo es el virus SARS-COV-2.
El coronavirus tiene una cadena de ARN + 4 proteínas, una de ellas que es la S ( spike o
espícula) que es abundante en la superficie del virus y juega el papel clave en la infección,
por lo que la mayoría de las vacunas están basadas en generar una respuesta inmune
contra esta proteína. Las otras tres proteínas que lo componen tienen función estructural.
Las vacunas se han ido fabricando de diferentes formas:
- Virus, inactivados o atenuados (Sinovac y Sinopharm) utilizan el virus que se ha
inactivado. Es la forma en que se realizan la mayoría de las vacunas del calendario,
tienen una buena respuesta inmune y son fáciles de almacenar y transportar con lo que
sería más fácil su distribución. - Vectores o vehículos virales ( Astra Zeneca, Sputnik y Cansino). Estas vacunas están
basadas en adenovirus modificados que llevan la información de la proteína S y
provocan la respuesta inmune. - ARNm ( ácido ribonucleico mensajero) (Pfizer y Moderna). Este es una forma más
nueva de vacuna, basada en ARNm modificado para producir la proteína S espicula.
Nuestro sistema inmune reconoce esta proteína S como algo extraño y genera
anticuerpos contra el virus. Tiene el inconveniente que el ARN es muy frágil y necesita
unas temperaturas muy bajas para su conservación. Con esta técnica se elaboran
en la Unión Europea las vacunas de: ASTRA ZENECA, para
utilizar menores de 55 años; y las de PFIZER y MODERNA. Todas necesitan 2 dosis
separadas de 3, 5 semanas.
Seguridad de las vacunas
Muchas dudas están surgiendo en cuanto a la rapidez con la que se han desarrollado
estas vacunas. En muy poco tiempo se llegó a determinar exactamente la estructura del virus. Gracias al esfuerzo y la colaboración de los diversos organismos y a la experiencia con los coronavirus SARS
COV-1 y MERS-COV, en 1 año tenemos las vacunas.
Para la autorización de las vacunas del SARS-COV-2, como para cualquier otra , se necesitan datos de eficacia y de seguridad en los diferentes ensayos clínicos y una evaluación profunda y continuada de las agencias reguladoras de medicamentos en los diferentes países una vez comercializada.
Estas son la AEMPS (Asociación española de medicamentos y productos sanitarios), EMA ( Agencia
Europea de Medicamentos ) y la FDA (Administración Americana de Fármacos y
Alimentos).
Efectos secundarios
Cuando ponemos una vacuna pueden tener diferentes efectos adversos: dolor en el sitio
del pinchazo, enrojecimiento, fiebre, malestar general… La mayoría son cuadros leves
que asumimos que pueden pasar con cualquier vacuna. Esto también ocurre con la
vacuna frente al COVID-19. Los efectos secundarios graves, como complicaciones a nivel
neurológico, reacciones anafilácticas u otras, son infrecuentes. Y en estos casos hay que
actuar de manera diferente:
-En el caso de pacientes con reacciones alérgicas graves con otras vacunas, tendrían que
consultar con su alergólogo y valorar en esa situación el beneficio o riesgo de ponerse la
vacuna.
-Si hablamos de reacciones alérgicas graves que no estén relacionadas con las vacunas, como
alimentos, venenos, látex, medicamentos..sí que podrían vacunarse.
-Los pacientes que no deberían vacunarse son aquellos que tengan una reacción alérgica grave
con la primera dosis de vacuna del COVID-19, (no recomendado poner la segunda
dosis) y los que la tengan a alguno de los componentes de las vacuna.
En un próximo artículo os hablaré de las vacunas en niños, adolescentes y embarazadas.
